La pera se ha convertido en el símbolo de Rágol por varias razones:
Cultivo histórico: Rágol ha tenido una larga tradición de cultivo de peras. En el pasado, la economía del municipio dependía en gran medida de la agricultura, y entre los cultivos más importantes se encontraban las uvas y las peras. Con el tiempo, la producción de peras ganó prominencia, superando a la uva y convirtiéndose en un símbolo de la identidad local.
Monumento emblemático: En la entrada del pueblo, junto a la carretera comarcal, se encuentra un monolito en forma de pera. Esta escultura, erigida en la fuente de acceso, representa la importancia de la pera para la economía y la cultura de Rágol. Se ha convertido en un punto de referencia emblemático para el municipio, atrayendo a visitantes y lugareños por igual.
Identidad cultural: La pera no solo representa la agricultura local, sino que también se ha integrado en la cultura e identidad de Rágol. Se puede encontrar en diversos elementos, como el escudo del municipio, souvenirs, artesanías y eventos locales. La pera ha llegado a ser un símbolo de orgullo para los habitantes de Rágol, uniéndolos a su historia y tradiciones.
Reconocimiento popular: La pera de Rágol ha ganado reconocimiento a nivel regional, apareciendo en publicaciones, noticias e incluso memes. Su singularidad como símbolo de un pueblo ha generado interés y curiosidad, atrayendo visitantes y promoviendo el turismo en la zona.
En resumen, la pera se ha convertido en el símbolo de Rágol debido a su importancia histórica como producto agrícola, su representación en el emblemático monolito de la entrada del pueblo, su integración en la cultura e identidad local, y su reconocimiento popular. La pera es un símbolo que une a los habitantes de Rágol con su pasado, presente y futuro.