Entorno

Descripción.

La Alpujarra se sitúa en el espacio comprendido entre la vertiente meridional de Sierra Nevada al Norte y la Costa Mediterránea al Sur; entre la divisoria de aguas de las Sierra Lújar al Este y Gádor al Oeste. Desde el punto vista estructural, La Alpujarra es un gran sinclinal de orientación Este-Oeste, que forma un gran valle longitudinal, delimitado al Norte por los flancos meridionales de la Sierra de la Contraviesa, prolongado al este por la de Gádor y al Oeste por la de Lújar que hunden sus laderas en el Mediterráneo. De esta depresión de unos 100 km. de largo fluyen los ríos Guadalfeo hacia el oeste, Andarax hacia el Este y Adra hacia el Sur.

Es una abrupta región montañosa, de increíbles paisajes accidentados, salpicados de contrastes: como resultado de la secuencia climática y altitudinal se pueden contemplar desde los paisajes alpinos de Sierra Nevada hasta los de la Costa Subtropical.

La originalidad climática ha dado lugar que algunos autores distingan una Alpujarra Alta, coincidente con la ladera meridional de Sierra Nevada, donde se dejaría sentir el clima frío de la alta montaña; una Alpujarra Media, con clima más matizado como consecuencia del abrigo de la depresión longitudinal, y una Alpujarra Baja, donde gracias al clima suave y húmedo de la costa y al abrigo de los valles transversales se desarrolla una de las agriculturas más prósperas de Andalucía: los cultivos tropicales en los valles de la costa más occidental, aguacates, chirimoyas, mangos, etc. y los cultivos artificiales de los invernaderos bajo plásticos, que aunque su núcleo principal se localice en el Campo de Dalías, desgraciadamente está sustituyendo a marchas forzadas a los subtropicales en la costa, e incluso a la agricultura de montaña, con grandes superficies entre Ugíjar y Yátor (justo a los pies de Yegen, ¡si don Geraldo – Gerald Brenan – levantara la cabeza!), e inexplicablemente (dentro de la estrategia sostenible de desarrollo de las áreas de influencia de los Espacios Protegidos) en Picena, Laroles, etc.

Aunque el medio antrópico haya influido en la decisión, es el increíble medio natural el que ha justificado la declaración de una buena parte de su territorio como Espacios Protegidos:

*NOTAS. Municipios afectados:

1: Abla, Abrucena, Alboloduy, Alhabia, Almocita, Alsodux, Bayarcal, Beires, Bentarique, Canjayar, Fiñana, Fondon, Illar, Instincion, Laujar de Andarax, Nacimiento, Ohanes, Padules, Paterna del Rio, Ragol, Santa Cruz, Terque, Tres Villas (las), Aldeire, Alpujarra de La Sierra, Alquife, Berchules, Bubion, Busquistar, Cadiar, Cañar, Capileira, Carataunas, Castaras, Cogollos de Guadix, Dilar, Dolar, Durcal, Ferreira, Gojar, Guejar-sierra, Hueneja, Jerez del Marquesado, Juviles, La Calahorra, Lanjaron, Lanteira, Lecrin, Lugros, Monachil, Nevada, Niguelas, Padul, Pampaneira, Portugos, Soportujar, Taha (la), Trevelez, Valor, Zubia (la).

2: Abla, Abrucena, Alboloduy, Alsodux, Bayarcal, Beires, Canjayar, Fiñana, Fondon, Laujar de Andarax, Nacimiento, Ohanes, Paterna del Rio, Ragol, Tres Villas (las), Aldeire, Alpujarra de La Sierra, Berchules, Bubion, Busquistar, Cañar, Capileira, Dilar, Dolar, Durcal, Ferreira, Guejar-sierra, Hueneja, Jerez del Marquesado, Juviles, Lanjaron, Lanteira, Lecrin, Lugros, Monachil, Nevada, Niguelas, Pampaneira, Portugos, Soportujar, Taha (la), Trevelez, Valor, Zubia (la).

Geomorfología.

Las Cordilleras Béticas constituyen una gran unidad geológica que comprende el conjunto de montañas y valles que ocupan el Sur y Sureste de la Península Ibérica, extendiéndose a lo largo de más de 500 km. desde el Golfo de Cádiz hasta las costas de Alicante. Quedan delimitadas hacia el Norte por la Depresión del Guadalquivir y la Cordillera Ibérica, y hacia el Sur por el mar Mediterráneo. Esta Cordillera es la más importante de la Península, posee las características propias del gran proceso orogénico alpino con gran presencia de grandes mantos de corrimiento, cabalgamientos, y peculiares contrastes entre unidades estructurales: zonas externas (Cordilleras Subbéticas) y zonas internas (Cordillera Penibética).

La comarca alpujarreña se localiza dentro de las zonas internas de las Cordilleras Béticas, constituidas por materiales del zócalo primario y de la cobertura mesozoica perteneciente al bloque africano de Alborán. Se estructura en dos fases o unidades tectónicas superpuestas:

Complejo Nevado-Filábride o zona central. Comprende el núcleo central de Sierra Nevada, está compuesto básicamente por rocas metamórficas, entre las que se distingue un zócalo paleozóico más antiguo y una cobertera mesozoica. Los materiales nevado-filábrides, están constituidos por rocas metamórficas donde dominan micasquistos, cuarcitas, mármoles, gneises y anfibolitas. También materiales postorogénicos donde dominan las rocas blandas tipo margas, arenas, conglomerados, lutitas, etc…

Complejo Alpujárride. Pliego paralelo de menor envergadura formado de Oeste a Este por las Sierras de Lújar, La Contraviesa y Gádor. Está formado por un conjunto de mantos de corrimiento que rodean al complejo Nevado-Filábride dispuestos en dos aureolas. La más interna corresponde al zócalo de rocas metamórficas, donde predominan pizarras y filitas arcillosas, materiales fácilmente deleznables. La más externa está compuesta en superficie por las calizas y dolomías sobre las que se asienta el típico paisaje del calar (por el predominio de rocas de cal o calizas).

Clima.

Las características climáticas están determinadas por: su situación en el sureste peninsular; su disposición de este-oeste paralela a la costa; existencia de grandes diferencias de cota en unas distancias relativamente cortas.

Su situación atmosférica, por tanto, genera una variedad climática que oscila desde el clima subtropical de la costa hasta la tundra alpina de las zonas más altas. Esta zona está afectada por situaciones ciclónicas mediterráneas e híbridas (suroeste) de máximo otoñal. En alta montaña se combinan con los tiempos ciclónicos atlánticos con máxima invernal-primaveral (típico del tercio occidental y central de Sierra Nevada).

Las máximas precipitaciones anuales se producen en otoño, con grandes contrastes entre las diferentes zonas de la comarca. Así tendríamos algunos puntos próximos al litoral en los que apenas se alcanzan los 300 litros al año y otros puntos de montaña, valles, collados y cumbres se sobrepasan los 1000-1500mm.

Igualmente, se disfruta de la mayor gama de temperaturas desde el nivel del mar a la altitud mayor de la Península (2-4º C en las cumbres hasta los 16-18º C en el piso inferior). Podemos tener dependiendo de la zona: inviernos suaves, que nos recuerdan al trópico; crudos inviernos nórdicos; estadíos intermedios; tórridos veranos saharianos; suaves y frescos veranos centroeuropeos.

Hidrografía.

Existen tres ríos importantes en la Comarca de La Alpujarra:

El Río GUADALFEO corre en dirección este-oeste desde la Sierra de Los Bérchules (Loma de las Albardas) hasta su desembocadura a la altura de Salobreña. Recibe sus aguas de los afluentes que le llegan por la derecha, todos ellos provenientes del deshielo de Sierra Nevada. Los más importantes de estos afluentes son el Trevélez, el Poqueira, el Bermejo y el Lanjarón, que originan profundos barrancos en cuyas laderas se sitúan las poblaciones más conocidas de la Alpujarra Alta. Por la parte izquierda del río se reciben las escasas aguas que aportan las ramblas en época de lluvias. En las épocas secas las ramblas se usan, generalmente, como vías de comunicación, e incluso como pequeños terrenos de cultivo.

El Río GRANDE DE ADRA discurre de norte-sur desde su nacimiento en el Puerto de la Ragua (Barranco del Hornillo) hasta su desembocadura por el Puente del Río, en la provincia de Almería. Buena parte de su curso, sirve de límite entre las provincias de Granada y Almería. Todos sus afluentes descienden de Sierra Nevada, en barrancos que continúan hacia el este. Los más importantes son el río Mecina, el Nechite y el Laroles, por la derecha y el río Paterna por la izquierda. En el curso de este río se encuentra el pantano de Benínar.

El Río ANDARAX nace en la parte más occidental de Sierra Nevada y corre en dirección oeste-este, íntegramente por la provincia de Almería. En su recorrido por La Alpujarra desciende entre Sierra Nevada y la Sierra de Gádor. Por su parte izquierda recibe los principales afluentes: Barranco de las Navas, Río Chico y la Rambla de Tices. Por la derecha: Barranco de Cacín, Barranco del Portugués y la Rambla de Arcora. En las vegas y laderas que riega este río, se encuentran numerosos parrales, aunque en la actualidad, sus increíbles ocres otoñales están siendo sustituidos por los inefables plásticos de los invernaderos.

Ecosistemas.

La Alpujarra presenta las características propias de la Región Mediterránea, aunque sus características climáticas, altitud y latitud determinan que de los 5 pisos bioclimáticos existentes en la Península Ibérica, La Alpujarra posee en su territorio todos ellos. En ello radica, por tanto, la extraordinaria diversidad de ecosistemas y que van desde los bosques y matorrales costeros, hasta los pastizales crioromediterráeos de Sierra Nevada. Aunque la distancia sea mínima, nos hace ver las grandes diferencias existentes, debido a la altura, entre los dos ecosistemas mencionados y hace posible que especies usualmente muy distanciadas, convivan en esta región a menos de 40 km. de distancia. Existe otro importante ecosistema que trataremos en otra ocasión y que también está presente en La Alpujarra: el ecosistema marino desde el Cabo Sacratif a Punta Entinas.

La riqueza vegetal y faunística supone, de algún modo, una gran parte del patrimonio medio-ambiental de esta región. Afortunadamente cada día existe una mayor preocupación, no sólo a nivel individual sino a nivel de Administraciones, para que este patrimonio sea respetado, conservado y a su vez utilizado. Se exponen en estas páginas de una forma breve los ecosistemas y algunas de las especies más representativas, como prueba de la enorme biodiversidad existente en esta zona.

Alta montaña.

En este ecosistema radica el enorme valor de La Alpujarra y de Sierra Nevada, prácticamente el 40 % de las especies de flora que aquí se encuentran son endemismos.

La alta montaña está sujeta a condiciones climáticas extremas y presenta, además, una estructura de la vegetación muy simple, su fauna de vertebrados es pobre en número de especies (normal en este ecosistema). Actualmente hay pocos representantes típicos de alta montaña en esta sierra: culebra lisa europea, acentor alpino y topillo nival, entre los reptiles, aves y mamíferos respectivamente. Cabe destacar la comunidad de artrópodos que habita en este biotopo, por una parte, aunque un alto porcentaje son especies endémicas y por otra a la adaptación que estas especies tienen a unas condiciones sumamente duras y restrictivas.

Cabe de nuevo, incitar a la comunidad científica y a las administraciones que aunque el mundo de la flora de Sierra Nevada, está bastante estudiado quedan asignaturas pendientes aún en la actualidad, como son los invertebrados (se calcula que por cada especie de flora hay otras 6 de invertebrados que dependen de ella) y la Sierra de Gádor en su conjunto, aunque es de agradecer la voluntad que en su estudio ponen algunos botánicos.

Pinares y sabinares.

Los pinares representan un biotopo de alto valor ecológico. Permiten la presencia y mejor distribución de algunos vertebrados con vocación forestal, como son la salamandra común, el sapo partero y las dos especies de eslizones presentes en la Península. El grupo de vertebrados más claramente favorecido es el de las aves, con especies que aquí ocupan de forma exclusiva, o casi, el pinar, como son el cárabo, piquituerto, carbonero garrapinos, herrerillo capuchino, pico picapinos, azor; estas especies, en caso de no existir los pinares, no estarían presentes o sólo lo estarían de forma esporádica.

Bosque caducifólio.

Es uno de los biotopos más diversificados en lo que a los artrópodos se refiere. En cuanto a los vertebrados podemos encontrar al sapo partero entre los anfibios, la escasísima culebra lisa europea y el eslizón tridáctilo, entre los reptiles, y una diversa y rica comunidad de aves forestales como el gavilán, mosquitero patialbo, arrendajo, picogordo y torcecuellos, por solo citar algunas de las especies más interesantes nidificantes.

Por último, algunos discretísimos y escasos mamíferos de tamaño medio, encuentran tranquilidad y cobertura en estas aisladas masas forestales; son el tejón, el gato montés y la garduña.

Encinares.

La comunidad de vertebrados de los encinares es la más rica que podemos encontrar en el conjunto de los biotopos de esta región. Al menos habitan este medio cuatro especies de anfibios, doce reptiles, cuarenta y cinco aves nidificantes y dieciséis mamíferos. El alto número de especies está motivado, entre otras razones, por el carácter abierto y arbustivo que presenta esta formación vegetal.

Este biotopo es la formación forestal típica del paisaje mediterráneo, aunque faunísticamente sus elementos son mayoritariamente norteños, especialmente en el caso de las aves. En cuanto a los artrópodos, esta comunidad vegetal soporta una gran biodiversidad.

Bosque de ribera.

En este biotopo, no sólo se encuentran animales relacionados con la vegetación de galería, sino que hay otros exclusivamente presentes por su relación directa con el agua, como son algunos reptiles, aves y mamíferos específicamente acuáticos.

En cuanto a los artrópodos encontramos tres biotopos: los cursos de agua, la ribera y el bosque.

 


Fuentes: aldearural.com, BOJA, BOE, BOCG, Parque Nacional de Sierra Nevada, Parque Natural de Sierra Nevada.